El pulso nervioso, la contracción muscular y la coagulación sanguínea, así como una correcta secreción de jugos y hormonas y la fecundación, dependen, en gran parte, del aporte de calcio a las células de nuestro cuerpo.
Y, se puede conseguir mediante una equilibrada ingesta de alimentos ricos en éste mineral. Así, se convierte en un aspecto fundamental para la mineralización ósea y la función neuromuscular.